El problema de la inmortalidad es replanteado a fondo por la visión emergentista de la antropología, pues desde ella surgen nuevas dificultades a causa de la visión unitaria que propicia (vivamente resaltadas en Cuerpo y alma por Laín Entralgo). Pero aparecen también nuevas posibilidades. Éstas son las que, atendiendo también a las aportaciones de la teología, intenta explorar el artículo. Frente a la lógica deductiva y repetitiva, que --como en el caso del semenhomúnculo antiguo- sólo puede explicar lo semejante, trata de tomar en su consecuencia la «lógica emergentista», que --como la simiente expandiéndose en el árbol- tiene capacidad para abrirse a la novedad inesperada e irreductible. La lógica de lo nuevo permite además conjuntar indicios de diversa procedencia, que se refuerzan mutuamente en una auténtica circulación del sentido.
Torres, A. (1994). Muerte e inmortalidad: lógica de la simiente vs. lógica del homúnculo. Isegoría, (10), pp. 85-106