En este trabajo se analiza la «mitología cultural\" que impregna la concepción de la ciudadanía civil en los Estados Unidos, la cual, para nuestras autoras, es una rémora en orden a que pueda aflorar un nuevo concepto de la «ciudadanía social». Para desbrozar el terreno, desde un punto de vista ideológico, en el que podrían emerger nuevas conceptualizaciones adecuadas para el ideal de la ciudadanía social, Fraser y Gordon hacen una genealogía del modelo dicotómico que se ha impuesto en la modernidad sobre las relaciones humanas, y que consiste en la oposición contrato versus caridad. Sobre la noción de contrato se vertebra la concepción de la sociedad civil propia del llamado «individualismo posesivo», y la noción contrapuesta de caridad se configura como propia de la «esfera familiar» y privada. Los referentes de género que corresponden respectivamente a estas nociones son lo masculino y lo femenino. Se constituye de este modo «una tendencia cultural a centrarse en dos formas bastante extremas de relación humana: los intercambios contractuales de cosas fungibles equivalentes, por un lado, y la caridad unilateral, no recíproca, por otro». La pregnancia de esta oposición binaria es tal que el lenguaje político en que se legitiman las prestaciones sociales invoca uno u otro de los términos de la polaridad -jerarquizada a favor del contrato--: se trata, ora de «compensaciones al trabajador», ora de «asistencia pública», con los perfiles de género respectivos de sus destinatarios, varones y mujeres. Mientras que «la ciudadanía social» apuntarla a formas diferentes de interacción más allá de estos sesgos ideológico-genéricos: solidaridad, interdependencia, etc.
Frases, N. & Gordon, L. (1992). Contrato versus caridad: una reconsideración de la relación entre ciudadanía civil y ciudadanía social. Isegoría, (6), pp. 65-82