Tres cuestiones se investigan en el presente trabajo. En primer lugar, lo que tiene que ver el concepto benjamíníano de historia con el de filosofía de la historia, dominante en Europa. Si este último puede ser caracterizado como una ontología del presente, Benjamin subraya que sólo cabe un futuro nuevo si se quiebra el presente. En segundo lugar, el concepto de pasado capaz de romper el presente e inaugurar un futuro real. El pasado en cuestión, inédito y salvador, es el de los vencidos. Finalmente, qué política es esa que Benjamin coloca por encima de la historia. Extrapolando a Benjamin cabria enfrentar una universalidad negativa a la universalidad positiva. La segunda es siempre particular, la primera conlleva un orden mundial basado en la intersubjetividad asimétrica.
Reyes, M. (1991). Benjamin o el primado de la política sobre la historia. Isegoría, (4), pp. 49-73