Después de casi cinco años nos animamos a presentar la revista en un espacio físico. No habíamos hecho nada similar antes. Pensamos que no era necesario, que el hecho de que exista solo en su versión digital la eximía de incursionar en espacios concretos, anclados en la realidad corpórea. En la vida real. Pero nos habíamos equivocado. La revista Relatos Increíbles, revista hispanoamericana digital de fantasía, ciencia ficción y terror, está compuesta principalmente de personas reales, de entes de carne y hueso que respiran, sudan y exudan también literatura. Había que fortalecer el proyecto, y no hay mejor manera que hacerlo de generar espacios reales de encuentro entre organizadores, escritores y lectores de la revista.
Por ende, la presentación que realizamos el 28 de febrero fue algo épico. Por primera vez nos encontramos varios de los escritores y organizadores de la revista para intercambiar pareceres, para comentar los cuentos y las peripecias de un escritor de estos géneros. Fue enriquecedor también conocer la evolución de muchos escritores de la revista, así como conocer sus historias de cómo llegaron a recibir la primera convocatoria. Falco Rivera, quien fue uno de los ponentes, nos contó como había recibido la noticia de la primera convocatoria a través de una persona amiga que trabajaba en una editorial trasnacional, con la que evidentemente no tenemos ningún contacto.
Fue interesante además, en lo personal, que otra de las ponentes y escritora de un cuento de este número 16, Marcia Morales, me comentara en un momento aparte antes de comenzar el evento, que su fabulosa revista Nictofilia