La conversión de un grupo de individuos en una unidad social reconocible es un proceso dinámico que, para el caso de los movimientos sociales, pasa necesariamente por la celebración de ceremonias regulares de protesta. En este trabajo fijamos la atención en el País Vasco contemporáneo, dado que es, según toda la evidencia empírica disponible, el lugar de Occidente donde más frecuente y rutinaria resulta la protesta como modo de intervención política. En particular, se muestra la relevancia que adquieren las manifestaciones de masas organizadas de forma ritual (es decir, cargadas simbólicamente y escenificadas en la esfera pública de forma periódica y repetitiva) para la supervivencia de un actor colectivo, el Movimiento Vasco de Liberación Nacional. Las emociones desencadenadas en el curso de los actos de protesta coadyuvan a reforzar la identidad y la solidaridad colectivas de un grupo social que se percibe a sí mismo como amenazado cuando de preservar sus fronteras sistémicas se trata. En la medida en que los actos de masas cohesionan a sus participantes, el presente trabajo matiza los enfoques instrumentalistas en el estudio de la acción colectiva, para los que la interacción entre los movimientos sociales, por un lado, y las autoridades y la opinión pública, por otro lado, constituye el objeto privilegiado de estudio.
Casquete, J. (2005). Manifestaciones e identidad colectiva. Revista Internacional de Sociología, 63 (42), pp. 101-125.