La lluvia artificial mediante la estimulación de nubes es un tema sumamente debatido. A la fecha existe una serie de procedimientos de patente extranjera, cuyo funcionamiento en condiciones de México ha dejado mucho que desear. Hacia 1974, Menéndez propuso un método que él había estado ajustando a las condiciones nacionales desde 1967. Este método fue empleado en el noroeste de México; sin embargo, de su aportación poco se sabía. Por tal razón, en el sur de Sonora se llevó a cabo el análisis de la información disponible, con objeto de emitir un juicio acerca del programa de estimulación de lluvias que usa la metodología antes citada. El análisis partió de la hipótesis de que la cantidad de agua aportada a la presa está estrechamente asociada con la cantidad de lluvia que cae en la costa, fuera de la cuenca de captación, pues de otra manera estaría influenciada por el 'Proceso de estimulación de lluvias. Si la hipótesis opera, entonces la aportación puede calcularse mediante la precipitación, la cual estaría afectada por un coeficiente. En consecuencia, un procedimiento para estimular lluvias funciona si y sólo si altera de manera positiva dicho coeficiente. Es decir, el procedimiento funciona sólo si el agua aportada a la presa es mayor con el uso de este procedimiento, manteniendo constante la lluvia en el área de la costa elegida con tal propósito. Para el análisis se usó fundamentalmente la información relativa a la precipitación registrada en las estaciones meteorológicas del área del Distrito de Riego Núm. 149, así como las cifras de las aportaciones de agua al vaso de la presa. La información disponible se dividió por períodos: el histórico y el del programa; en seguida se procedió a mostrar que su distribución era normal y se 'calculó la correlación entre la precipitación y las aportaciones para ambos períodos; luego se efectuó el análisis de regresión entre la precipitación usada como variable independiente y las aportaciones usadas como dependiente, y por último se procedió a mostrar que las funciones eran diferentes para ambos períodos. Los resultados indicaron que el período propicio para estimular lluvias esde julio a octubre y que, en el tiempo que operó el programa, la lluvia acaecida fue el 67% de la correspondiente al período histórico, pero la aportación a la presa fue de 87% y la correlación entre precipitación y aportación fue cercana al 72%. Asimismo, de acuerdo con la información disponible, no hubo evidencias de que la aportación de agua al almacenamiento no se distribuya normalmente, lo que pudo aceptarse a priori, en virtud del teorema del límite central. El coeficiente de regresión del período del programa resultó mayor que el correspondiente al histórico, lo cual aporta evidencias a favor de la hipótesis planteada. De ahí puede deducirse que, al funcionar la estimulación de lluvias, es de esperarse que la presa se llene en la mayoría de los años; en consecuencia, puede especularse sobre la necesidad de construir nuevos almacenamientos y también en la pos,ibilidad de abrir entre un 30 y 40% de nuevas tierras al cultivo, con lo cual prácticamente se duplicaría la actividad económica del área.
Relación entre precipitación y aportaciones de agua a la presa Adolfo Ruiz Cortines. Su uso para evaluar el programa de estimulación de lluvias. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 20 (2), pp. 173-192