Los críticos concuerdan en que María de Zayas escribe inspirada por la cólera que le provoca la condición femenina coetánea. Tanto en sus novelas como en la única comedia conservada, La traición en la amistad, Zayas censura con sutil ironía al tipo donjuanesco que se burla de las mujeres dejándolas sin honor, y lo hace entablando un complejo e ingenioso diálogo intertextual con El burlador de Sevilla. De forma especial, en la pieza lo hace a través de tres figuras: Liseo, que engaña a tres mujeres, Fenisa, un don Juan mujer aún más hiperbólico que Liseo, y don Juan, el menos donjuanesco de todos. En definitiva, crea un anti-don Juan parecido al que Ventura de la Vega realizará en el siglo XIX con El hombre de mundo, parodia del Tenorio de Zorrilla, pero con una clara intencionalidad ética: la de aleccionar a las mujeres de su época para que aprendan a esquivar a los hombres que abusan de ellas.
Trambaioli, M. (2014). El anti-don Juan de María de Zayas. Revista de Literatura, 76 (152), pp. 511-529.