Las Obras de Francisco de la Torre, publicadas por Quevedo en 1631, incluyen una segunda parte, que más tarde se llamaría «apéndice», con traducciones ajenas al proyecto inicial preparado por el propio autor décadas antes. El sumario de la licencia de impresión de 1588 describe el contenido de la obra aprobada como «los versos líricos y adónicos y la bucólica», sin mencionar las traducciones. La nueva fecha lleva a cuestionar el protagonismo de Almeida y el Brócense en la preparación y transmisión del manuscrito que más tarde llegaría a Quevedo. El volumen de 1631, por lo tanto, no puede considerarse como un exponente de un ejercicio poético colectivo del círculo salmantino. Los datos cronológicos también permiten replantear la relación del autor con Fernando de Herrera.
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Párrafo del texto extraído como resumen.
Pérez-Abadín, S. (2003). Al margen de las Obras de Francisco de la Torre. Revista de Literatura, 65 (130), pp. 375-390.