Estudio centrado en doña Mariana Isabel de Leiva y Mendoza, quien, al ser hija única, heredó los títulos de marquesa de Leiva y condesa de Baños, siendo este último usado por su esposo Juan de la Cerda, virrey de Nueva España entre 1660 y 1684, al resultar más importante que el suyo propio. Nada más arribar a tierras mexicanas, esta familia despertó allí una franca antipatía y la señora virreina fue duramente criticada por su fuerte carácter y don de mando, al extralimitarse en las funciones propias que, en la época, se atribuían a una consorte del máximo gobernante novohispano. Tampoco sus dos hijos mayores, escaparon a las murmuraciones, por ser alocados y pendencieros. Fue, por tanto, una mujer fuerte, alejada de los cánones de invisibilidad femenina de su tiempo, aunque usara frecuentemente su influencia a través de sus problemas y enfermedades.
Arenas, I. (2010). ¿Sólo una virreina consorte de la Nueva España? 1660-1664. La II marquesa de Leiva y II condesa de Baños. Anuario de Estudios Americanos, 67 (2), pp. 551-575.