Con escasas excepciones, la opinión española, parlamento y prensa, desconoció la vertiente internacional de la guerra de Cuba. Era ya en 1895 un conflicto colonial no un enfrentamiento civil. Por eso las reformas llegaron tarde. Se olvidó que, con alianzas o sin ellas, España sólo podría contar eficazmente con otras naciones si la situación internacional lo consentía. No era así en los años noventa. Cánovas lo sabía y lo insinuó en las Cortes las pocas veces en las que se trató de la cuestión. Este trabajo examina las relaciones entre las potencias europeas y su política en el Mediterráneo, los Balcanes, Extremo Oriente y el Caribe.
Robles, C. (2001). El horizonte europeo de la guerra de España en Cuba (1896-1898). Anuario de Estudios Americanos, 58 (2), pp. 537-572.