En este trabajo, género se entenderá tal como fue originalmente conceptualizado desde la sociología y la historia feministas, como “un elemento constitutivo de las relaciones sociales basado en diferencias percibidas entre los sexos, y como una forma principal de significación de las relaciones de poder” (Jacobson, 1999: 176). Este tipo específico de relación social se conoce como relaciones de género, las cuales determinan toda interacción humana. En la medida en que las relaciones de género son socialmente construidas, pueden ser transformadas; no están biológicamente determinadas y no son necesariamente armónicas, sino que, al contrario, pueden estar caracterizadas por la oposición y los conflictos. El hecho de que estos conflictos estén socialmente determinados supone que pueden adoptar diferentes formas en función del contexto y las circunstancias sociales específicas, aunque con mayor frecuencia tienen su origen en la dominación masculina y la subordinación femenina.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Mendia, I. (2009). Aportes sobre el activismo de las mujeres por la paz. Bilbao: Universidad del País Vasco.