La situación de migración abarca muchas variantes en el accionar cotidiano que el extranjero debe apropiar para desenvolverse en la sociedad mayor. Este proceso lleva consigo una negociación cultural que implica, por lo menos, ceder determinados parámetros habituales y ganar otros. El resultado: una sociedad que propone determinados aspectos pero que, además, acepta algunos otros que le eran anteriormente ajenos. Ante esta situación, el cúmulo migrante busca también elaborar espacios que pueda resignificar emocionalmente para lograr reconstruir su identidad en el exterior. Esta resignificación incluye también los procesos laborales que quedan excluidos del ámbito “legal” del comercio, pero que se hacen necesarios ante la falta de oportunidades. A través de la venta informal, los vendedores ambulantes peruanos no sólo fabrican una “economía contestataria”, que genera su propia incursión en el mercado, cuestionando las estructuras sociales formales, sino que además reconfiguran el paisaje de la ciudad, apropiándose simbólicamente de “espacios” para transformarlos en “lugares”.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Macchiavello, M. (2012). La informalidad en los procesos identitarios de migrantes andinos. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (70), pp. 99-110