Los medios masivos de comunicación son inherentes a la existencia de una forma de estructuración de las democracias modernas, mediatizadas por estos. Esta perspectiva acompaña un quiebre teórico y político con la visión dominante del papel de los medios de comunicación en la sociedad: desplaza la mirada desde las ópticas instrumentales de la relación medios sociedad hacia comprensiones capaces de ver las distintas mediaciones sociales. De la comunicación, como cuestión de medios, hacia la cultura como espacio de identidades. Entendemos a la comunicación en términos de cultura, es decir, como el lugar desde el que salen a flote los conflictos que esta articula. El campo desde donde poder ver la producción, circulación, recepción y re-producción de los sentidos sociales. De ahí que la comunicación sea entendida en tanto movimiento de un proceso: en su carácter histórico y estructural, ámbito de resignificación en los modos de vida cotidiana, en los modos de ver, de sentir, de conocer, de congregarse. Desde la cultura, ese complejo mundo de símbolos que los seres humanos elaboran con sus actos materiales y simbólicos, la comunicación tendrá sentido transferible a la vida cotidiana.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
González, L. & Aramendi, R. (2010). Escenarios de disputa de nuevos sentidos sociales y culturales. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (69), pp. 29-36