Cuando trabajamos con organizaciones empresariales que tienen la intención de conformarse en un grupo económico de mediana escala productiva, nos enfrentamos a oportunidades de complejidad y de naturaleza diversa. Las PyMES, mayormente protagonistas de este proyecto, han de desarrollar determinadas condiciones de fortalecimiento que les permitan encontrar espacios de crecimiento, con capacidad de negociación, con margen financiero y de creación de valor. Son estas condiciones que no están en el espíritu de las PyMES de ninguna manera, ya que las mismas están acostumbradas a pelear solas por su supervivencia, a determinar su propio camino y sus relaciones de acuerdo ala poca o mucha experiencia de su propietario, la familia o de los socios.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Mochen, M. (2008). La importancia de la comunicación estratégica. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (62), pp. 22-24