"="">A la literatura se puede entrar por muchas puertas. Podemos
leer, como quien mira un pueblo, desde una ruta vertiginosa. Podemos acercarnos
y sentir sus lugares, escuchar el habla de su gente. Sin embargo, la puerta más
enriquecedora es permanecer en el pueblo, ser uno dentro de sus caminos, tener
en el corazón y en la cabeza, las ensoñaciones de quienes vivieron, de quienes
viven y presentir su futuro.
"="">
* Párrafo del texto extraído como resumen."="">
"="">Coto, P. (2007). Hacia la literatura, por otros caminos.
Tram[p]as de la
Comunicación y la Cultura, (56), pp. 43-45