Cuando Marshall Mc Luhan presagiaba el futuro a partir de sus geniales y visionarias intuiciones (más que hipótesis científicas), el mundo recién salía de la Segunda Guerra Mundial, y el mapa geopolítico se conformaba en torno a poderes antagónicos, sólidamente estructurados y al parecer inamovibles. Las proyecciones reticulares, los conceptos de extensión de los sentidos, las anticipadas implosiones del edificio moderno, como nos lo recordó Marshall Berman, tardarían tres o cuatro décadas en volverse posibles, y los sucesos de los últimos quince años los han vuelto inexorables. Ya pasamos por las reflexiones necesarias en torno a los logros/fracasos del proyecto moderno, alcanzamos la comprensión de su significado plural a lo largo y ancho de nuestra historia, como así también por la relativización de las nuevas panaceas, cuya última metáfora ideológica fue, qué duda cabe, la globalización.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Sanguinetti, L. (2007). Desafíos actuales de la Sociedad de la Información. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (55), pp. 19-24