Abrís los ojos. Estás mareado, desorientado, por lo que te cuesta enfocar los sentidos. Por un momento, te permitís permanecer allí, en el filo entre el sueño y la vigilia, pero eventualmente la lucidez te reclama por completo. Y te golpea. El mundo ya no es lo que fue. Un grito desgarrado inunda el aire matutino. La ciudad arde. Estás solo. Y los muertos caminan sobre la tierra. Esta descripción de un despertar desagradable podría ser hecha por Jim de 28 Days Later (Danny Boyle, 2002), Ana de Dawn of the Dead (Zack Snyder, 2004), Francine de la versión original (George A. Romero, 1978) o Rick en The Walking Dead, la ficción zombie más exitosa del momento, creada en formato de comic por Robert Kirkman y Tony Moore en 2003, y luego adaptada a la televisión a partir del 2010. También, podría ser narrada por cualquiera de las miles de personas que alguna vez han soñado, cuando no especulado conscientemente, con el apocalipsis zombie, entre quienes me incluyo.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Labra, D. (2012). ¿Por qué fantaseamos con el apocalipsis zombie? Lo que dice de \"nosotros\" el éxito The Walking Dead y otras ficciones del capitalismo tardío. El toldo de Astier, 3 (4), pp. 95-104