Vengo de la asamblea de la toma en La Aceitera. Hace unos años que con el Colectivo Garabatos trabajamos en el asentamiento en algunos talleres para niños y jóvenes: en 2007 nació la murga Los Garabatos de La Aceitera, como un taller donde a través del baile y la música, se pudiera lograr un espacio de participación y creación colectivas, donde la expresión artística se convirtiera en un canal que sirviera al pensamiento crítico y a reforzar los lazos de identificación y organización comunitaria. Fue así como en 2009, los chicos trajeron al espacio de la murga la problemática del inacceso al agua potable, factor de riesgo sanitario esencial que hacía sentir su peligrosidad. Sin quererlo, la murga se convirtió en un actor que acompañó el proceso de lucha y organización de la asamblea de vecinos, junto con la escuela y el “Taller de aguas” de la UNLP, que logró la perforación e instalación de tanques comunitarios a principios de 2010.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Cabral, M. (2011). Garabatos sobre una realidad presente de un pasado reciente: enseñanza, ficción, historia y memoria. El toldo de Astier, 2 (3), pp. 38-50