El surgimiento de los Estados-Nación, al principio de la edad moderna, fue acompañado de la creación de la geocultura liberal, capaz de articular y contener las contradicciones y presiones existentes en su seno. Uno de los pilares de esa cultura resultó el nacionalismo, responsable de transformar las reivindicaciones socialistas de autonomía e independencia, en un elemento poderoso y aglutinador de la identidad ciudadana y la obediencia en torno del Estado, dando paso a una de las ideologías más fuertes de los últimos doscientos años. Sin embargo, la geocultura liberal, debió efectuar concesiones al nacionalismo al aceptar el paso del individualismo liberal clásico al compromiso con los valores nacionales. Este artículo intenta analizar si la fuerza del nacionalismo proviene del impulso de los pueblos por ser libres o del simple hecho de ser una de las más formidables herramientas de la dominación.
Drigani, F. (2007). El Nacionalismo. ¿Un proceso a la saga de la modernización?. Cuadernos de H Ideas, 1 (1), pp. 176-194