No hace falta que explique cómo logré mi ingreso al club de los mutilados ¿Quién necesita un meñique? Siempre tuve ganas de formar parte desde que aquel rengo me refiriera la existencia de la organización. Una tarde, sin nada mejor que hacer, cuchillo de cocina, tabla de cortar fiambre, una ligera presión y ¡tac! el ruidito seco del filo contra la madera. Torniquete y a otra cosa.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Idez, A. (2015). Luz y fuerza. Buenos Aires: Ministerio de Cultura de la Nación