La democracia empieza por lo próximo. La política local, las instituciones cercanas, las candidaturas directamente formadas y controladas por los ciudadanos son hoy algunos de los elementos que se han reunido bajo el nombre de «municipalismo». Aquí y allá se multiplican las experiencias de pequeñas agrupaciones de vecinos y vecinas que sencillamente quieren «cambiar las cosas» y que para ello empiezan por lo que les resulta más cercano. Se trata de proyectos políticos de gobierno pero que renuncian al «partido», a la gran organización estructurada por una determinada ideología y sometida a una disciplina piramidal. Su propósito es más inmediato; consiste en devolver realidad a aquella identidad entre gobernantes y gobernados que formaba la definición original de la democracia y esto allí donde esta debiera comenzar, donde ambos términos vienen a coincidir en las mismas personas. Su propósito se podría nombrar, por tanto, con la palabra autogobierno.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Observatorio Metropolitano. (2014). La apuesta municipalista. La democracia empieza por lo cercano. Madrid: Traficantes de Sueños.