¿Qué conclusiones podemos sacar acá y hoy de esta historia? es una historia cuyo final es la consolidación de ese imperio. En primer término habíamos dicho que a nosotros –y a otros países por cierto– nos han enchufado y endosado un modelo desarrollado en los EE.UU., en Francia, en Inglaterra, en Alemania. Y nos han dicho: ése es vuestro modelo, fíjense qué bien que se vive, fíjense qué bien integrada que está la nación –ésta es una de las cosas que nos están repitiendo todos los días–, qué democracia firme que tienen, qué desarrollo tecnológico industrial, qué lindo modo de vida cotidiana –cada uno tiene asegurada la salud, la casa–, qué forma de lucha sindical más leal que tienen –los sindicatos van, negocian y si el gobierno no puede hacer llegar un acuerdo se llega, en última instancia, a la huelga. la huelga es un paso final, un paso último pero siempre organizado, salvo en casos excepcionales como en 1968 en Francia que se los desarmó, o en Polonia, pero en general el mecanismo de la lucha sindical es un mecanismo civilizado, así como la forma de lucha política. Hoy gobiernan los socialistas y después dejan el gobierno de un país capitalista, que lo era antes y después de su gobierno (uno se pregunta para qué \"carajo\" pasaron). Después se van los socialistas y, cuando vuelven los conservadores, sigue siendo el mismo país como si no hubiese pasado nada. Tienen una vida política civilizada.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Milstein, O. et al. (2011). Historia del primero de Mayo. Buenos Aires: Libros de Anarres.