El Discurso de la servidumbre voluntaria, misterioso en virtud de sus orígenes -comenzó a circular en forma de manuscrito destinado a un pequeño círculo de amigos-, incierto en cuanto a la fecha de su redacción, sería transparente en cuanto al sentido. Presupuesto de lectura hasta aquí universalmente admitido. Si se tratara de Maquiavelo, por ejemplo, sería clásico preguntarse si escribe para que lo lean los tiranos o, a la inversa, para que lo lean aquellos que no saben a fin de ilustrarlos. Pero, tratándose de La Boétie, no hay razón para perderse en conjeturas sobre el sentido de su demostración ni sobre los destinatarios del Discurso. Sin equívoco alguno, La Boétie habría escrito del lado de la democracia y a favor del pueblo. Lo prueba la reaparición casi automática del texto, casi anónimo, en cada período crítico de lucha por la democracia contra el Estado autoritario, como si, en este combate secular, el nombre de La Boétie y el recuerdo de su obra tuvieran la función de evocar, o mejor de contener, el núcleo democrático fundamental del cual las luchas en curso extraerían una incuestionable legitimidad. En esta historia de luminosa evidencia, le correspondería a La Boétie el mérito de elucidar el enigma de la servidumbre voluntaria, de sacar a la luz sus arcanos y en una palabra, de enunciar las fuerzas espirituales y materiales que permiten dar cuenta de este enigma, a saber, la costumbre, la mistificación y el interés.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
La Boétie, E. (2008). El discurso de la servidumbre voluntaria. La Plata: Terramar.