Los rasgos fundamentales de la administración territorial revolucionario-napoleónica son los siguientes: generalización y uniformidad del régimen municipal; creación de un municipio por cada núcleo de población, incluso menor; carácter electivo de las administraciones locales; bipartición de las funciones asignadas a los \'municipios, distinguiendo entre funciones \"propias\" y funciones estatales \"delegadas\", con una paralela doble calificación del alcalde; establecimiento de departamentos, también configurados como principal circunscripción desconcentrada de la administración estatal; instauración de un prefecto en esta circunscripción, representante del gobierno central, y dotado de intensos poderes de dirección y control ; y sometimiento a tutela de los órganos y actos de la administración local (Vandelli 1992: 33).
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Friz, J. (1999). El sistema administrativo terrirorial revolucionario-napoleónico y la actual organización estatal peruana. Boletín del Instituto Riva-Agüero, (26), pp. 367-380.