Las personas que trabajan en cuidados paliativos se enfrentan a muchos dilemas éticos. A menudo, ellos se relacionan con el deber de decir la verdad y respetar la autonomía del paciente, en oposición al deber de cuidar y no provocar daño. El principio de autonomía se basa en el respeto a los valores, creencias y capacidad de tomar decisiones del paciente como la principal consideración moral y, por tanto, exige la comunicación de la verdad. La beneficencia, al buscar el predominio del bien en la asistencia del paciente y procurar su beneficio, supone que la verdad puede dañar.
Gajardo, A. (2009). La comunicación de la verdad en la relación médico-paciente terminal. Acta Bioethica, 15(1), pp. 1-4.