Entre las instituciones coloniales centroamericanas, el Consulado de Comercio Guatemalteco sigue siendo una de las que menos ha merecido la atención de los historiadores. Quizá su corta existencia no ejerció un incentivo suficiente para que el mundo académico se interesase por él ya que, en esta ciudad periférica del imperio español, el Consulado no se fundó hasta muy tarde en el siglo XVIII, hasta el año de 1793. Menos de treinta años después, al ser proclamada la independencia, en septiembre de 1821, la desaparición de esta institución venía siendo ineludible ya que, desde su creación, expresaba por definición y defendía una concepción monopolista del comercio internacional. Este principio, en cierta forma arcaico ya que se fundamentaba en una concepción mercantilista de la actividad económica, cuando se iban imponiendo paulatinamente ideas de corte liberal, generó el rechazo de esta dominación por parte de los demás comerciantes de la región centroamericana, lo cual vino a ser un elemento central de la vida política centroamericana decimonónica y contribuyó muy activamente al fracaso de la federación.
Bertrand, M. (2002). El consulado colonial de Guatemala: Fuentes para su historia. América Latina en la Historia Económica, 9 (17/18), pp. 33-51.