En un siglo de progresos significativos en salud para una gran parte del mundo, lo último que los consumidores podrían haber esperado al finalizar el milenio es que los antiguos problemas de seguridad alimentaria se vieran intensificados por la introducción de nuevos métodos y de la aplicación de nuevas tecnologías en la agroindustria. Los consumidores y los ciudadanos en general han reaccionado con indignación por el riesgo al que han sido expuestos por el gobierno y los expertos. Aunque presentadas como opciones con base estrictamente científica, muchas de las decisiones relativas a la seguridad alimentaria y al comercio de alimentos a niveles nacionales o internacionales contienen un significativo elemento de interés ético, muchas veces no identificado o ignorado.
Sylvan, L. (2001). Oferta alimentaria: los consumidores y sus expectativas. Acta Bioethica, 7(2), pp. 1-11.