La persistencia del hambre en el mundo, a pesar de su insuficiente visibilidad en los medios de comunicación, replantea con urgencia la temática de la seguridad alimentaria. Actualmente los modelos y políticas económicas y las guerras son factores más importantes en el hambre que los desastres naturales o el decaimiento de la producción agrícola incriminados en otras épocas. También es claro que no es posible explicar el hambre por la escasez de alimentos en el mundo. Sin embargo, estas certezas no producen conductas y políticas coherentes, puesto que la lógica neoliberal impide, en particular, al Estado inmiscuirse en las reglas del mercado. Junto con el problema del hambre se acentúa la dependencia de muchos países de la Región respecto de la oferta alimentaria, generándose una verdadera inseguridad
alimentaria. En este contexto convendría entender el problema de la seguridad alimentaria como un tema ético, en la perspectiva del bien común con objeto de reaccionar adecuada y oportunamente.
Lara, C. (2001). Moral de mercado versus seguridad alimentaria: una aproximación desde la ética del bien común. Acta Bioethica, 7(2), pp. 1-16.