En este trabajo se enfoca críticamente la vinculación de los historiadores de la década del 30 con la educación patriótica promovida por los gobiernos conservadores. La memoria histórica fue considerada un asunto de Estado y se expresó en la creación de nuevas instituciones (asociaciones de historiadores, museos), erección de monumentos y la renovación de rituales acordes con la perspectiva nacionalista. Ricardo Levene fue una figura destacada de la divulgación de la historia oficial en los ámbitos educativos, no sin cuestionamientos por parte de las incipientes iniciativas revisionistas.
Suárez, C. & Saab, J. (2012). El Estado, Ricardo Levene y los lugares de memoria. Clio & Asociados, (16), pp. 211-227.