Uno de los principios de reparación a las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la satisfacción de ver cumplidas algunas garantías para la no-repetición de esos crímenes, de la justicia. Entre otras reparaciones, se exige la inclusión de “g) Conmemoraciones y homenajes a las víctimas; h) La inclusión de una exposición precisa de las violaciones ocurridas en la enseñanza de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, así como en el material didáctico a todos los niveles.”3 A partir de la institución del 24 de marzo como Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia con la ley 26.085 de marzo de 2006, esta fecha se incorpora al calendario académico. Es así que tanto las autoridades del ministerio y las escuelas como el cuerpo docente no pueden ignorar la conmemoración de la misma. Surge entonces el interrogante de cómo encarar el 24 de marzo.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Schwartz, A. (2008). ¡Aquí hubo una guerra!. Clío & Asociados, (12), pp. 163-172.