El azúcar fue un producto de mínimo consumo en la edad media europea. Hasta entonces se endulzó con miel de abeja. Los árabes, en su proceso de conquista y expansión hacia Europa, popularizaron el azúcar principalmente en determinadas zonas de la Europa mediterránea. Ya en los siglos XV y XVI el azúcar de caña era la producción clave de Sicilia, mientras que los portugueses, y después los españoles, extenderían su producción a ciertos lugares de las costas de África y las islas atlánticas. Santo Tomé y Príncipe, las islas Canarias y las Azores fueron así como escalas en el camino de la gran producción americana. No obstante su creciente volumen de producción en los siglos xv y XVI, el azúcar no fue en momento alguno un producto de gran consumo per cápita, y todavía a comienzos del XVI lo vendían los apotecarios con especificación médica.
Moreno Fraginals, M. (1999). Comercialización del azúcar. América Latina en la Historia Económica, 6 (11), pp. 9-14.