Se ha señalado que la actitud del farmacéutico, de la misma manera que la de todos los integrantes del equipo de salud, debe ser la de procurar que se realice una utilización racional y apropiada de los medicamentos. En el cumplimiento de estos propósitos, es necesario que el farmacéutico aporte todas sus potencialidades profesionales, científicas y técnicas. La administración de medicamentos por vía intravenosa exige máxima atención, ya que se trata de la introducción de sustancias en forma directa al medio interno, sin ninguna barrera. En estas circunstancias, cualquier error adquiere consecuencias críticas.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Arancibia, A. (1989). Algunos conceptos de estabilidad de medicamentos y de farmacocinética aplicables a la administración de mezclas intravenosas. Acta Farmacéutica Bonaerense, 8 (2), pp. 127-139.