La docencia o transmisión del conocimiento, junto a la investigación, siempre fue y seguirá siendo el fin primordial de la Universidad. Esa Universidad, con docentes y discípulos, debe satisfacer las necesidades del saber metódico y el germen de ello, fuente esencial de consulta, indubitablemente es la Biblioteca. Esta comunidad en la búsqueda de nuevas metas científicas o en la profundización del saber, en una época llena de vicisitudes y saturada de información, no encuentra el medio para satisfacer o desarrollar la propia iniciativa y sumarse al desarrollo científico y técnico de estos últimos años, que ha sido vertiginoso, multiplicando las fuentes de consulta.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Mandrile, E. (1985). Bibliotecas universitarias. Acta Farmacéutica Bonaerense, 4 (1), pp. 79-82.