Desde la sanción de la Ley Federal de educación en abril de 1993 y la aprobación de los Contenidos Básicos Comunes en noviembre de 1994, una enorme y vertiginosa transformación ha desestabilizado muchas certezas de nuestro sistema educativo formal generando, entre todos los que estamos implicados de una manera u otra en este proceso, una sensación de incertidumbre y expectativa que ha conducido a algunos a desear íntimamente regresar a la seguridad de lo conocido. Sin perder de vista ese fondo oscuro accesible a todos con un mayor o menor grado de detalle, quisiera destacar el valor pedagógico y filosófico de algunos espacios nuevos que se han abierto en las escuelas. En particular me referiré al capítulo de Formación Ética y Ciudadana y en él, a los aspectos que competen a la Ética filosófica.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Lacunza, M. C. (2002). \"Formación Ética y Ciudadana\": Acerca de la necesidad de realizar una conciliación entre distintas posiciones. Revista de Filosofía y Teoría Política, (34), pp. 175-182.