Los criterios de evaluación epistémicos, como los criterios de verdad, de justificación, o de evidencia se suelen aplicar a los estados doxásticos con contenido proposicional de un sujeto o, de manera más compleja, a los de una comunidad. En los casos más simples considerados en la literatura filosófica, se atribuye el contenido proposicional a la creencia de un sujeto y se procede a evaluarla. En sus manifestaciones más sofisticadas estos estados se articulan en hipótesis y teorías formales y no formales y, por consiguiente, los criterios de evaluación se hacen, como dijimos, más complejos.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Garay, C. (2002). Criterios epistémicos no proposicionales. Revista de Filosofía y Teoría Política, (34), pp. 141-146.