1684; nuevamente el peligro se cierne en las costas Pacíficas del imperio español. Desde los inicios de la década, hay piratas a la vista y esta vez han sido lo suficientemente atrevidos, no sólo para tocar puertos y saquear pueblos sino para intentar tomar Panamá. Los piratas entraron en negociaciones con los indios del Darién para asentarse en sus tierras y contar con una cabeza de playa en el continente desde la cual realizar sus incursiones. Aunque este acuerdo no prosperó, la situación se volvió cada vez más crítica y el comercio trasatlántico, uno de los pilares económicos del imperio español, se vio seriamente amenazado; los comerciantes de Lima temían arriesgar sus bienes y su hacienda embarcándolos a Panamá en un mar infestado de piratas.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Aldana, S. (1997). No por la honra sino por el interés. Piratas y comerciantes a fines del siglo XVII. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 24, pp. 15-44.