Entendemos por procesos de evangelización los distintos esfuerzos llevados a cabo en Iberoamérica, entre los siglos XVI y XVIII, tanto en el ámbito regional como específicos locales, por parte de la Iglesia diocesana o regular, el Estado o individuos determinados, para arraigar poco a poco el catolicismo. Ciertamente, ello implicó necesariamente diversos niveles de evangelización, que no debe ser entendido únicamente como el ingreso a la comunidad de creyentes de una o varias personas bautizadas, sino también y necesariamente la adopción de comportamientos y pautas entendidas entonces como de buen cristiano, que conjugó la asunción del corpus doctrinal de la religión católica con los patrones culturales de los que lo portaron. Esto no se hizo sin algunas mixturas culturales, como también que el mismo acto de evangelizar -o cristianizar como bien dice Borja Gómez en este libro, y como ya lo asumía desde 1953 Fernando de Armas Medina, para el Perú- mostró espacios y formas novedosas de expresarse.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Armas Asín, F. (ed.) (2009). La invención del catolicismo en América. Los procesos de evangelización, siglos XVI-XVIII. Lima: UMSM.