En este cincuentenario del fallecimiento de José de la Riva-Agüero y Osma, debemos reflexionar nueva y detenidamente sobre su pensamiento y su vigencia en la época actual. Pero no es mi propósito ahondar en dicha materia. Más bien, quiero traer a la memoria mi impresión juvenil sobre las dos ocasiones en que vi a Riva-Agüero, a quien nunca traté; un testimonio personal.
Martin, J. (1994). Memorias de Everardo. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 21, pp. 157-162.