El Valle del Mantaro, que forma un conjunto homogéneo de pueblos a ambas márgenes de dicho río, conserva en gran parte sus iglesias coloniales, con notables muestras todavía de su antiguo esplendor. Fueron pueblos quizá más poblados que ahora, y por ello en cada iglesia tenían establecidas varias Cofradías, con abundantes bienes en tierras, con cuyos productos mantenían el culto y numerosas fiestas religiosas, y se encargaban de adornar las iglesias con numerosas obras de arte.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Heras, J. (1990). Inventarios de las iglesias franciscanas del valle del Mantaro (1752). Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 17, pp. 147-196.