Obtenida la victoria de Socabaya (7 de febrero de 1836), capturado y fusilado al día siguiente el general Felipe Santiago Salaverry, enemigo inflexible de la transacción con Santa Cruz, desapareció el adversario mayor de la Confederación. Se hallaban además deportados y desprestigiados los generales Agustín Gamarra y Antonio G. de la Fuente, los únicos capaces de encabezar una reacción contra el ilustre caudillo paceño y sus planes de reunificar el Gran Perú. Los liberales formaban en las filas de Santa Cruz y Orbegoso, contándose entre ellos el general Domingo Nieto. Así, pues, todo era propicio al Mariscal Andrés de Santa Cruz, aureolado por sus éxitos de estadista eficaz en Bolivia y por sus recientes laureles militares de las últimas campañas contra Gamarra y Salaverry.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Denegri Luna, F. (1975-1976). Cartas inéditas del gran Mariscal Santa Cruz al general Nieto sobre los preparativos de la primera expedición restauradora. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 10, pp. 9-26.