Tres genios en uno: tal podría ser la caracterización sintética de Sófocles, el gran trágico que por medio siglo fue pacífico señor del escenario de Atenas. Genio dramático, genio psicológico, genio político. Pero ¿no pudiera decirse lo mismo de otros muchos? ¿no constituyen estas tres capacidades el conjunto normal de prendas de todo el que escribe para el teatro? No, porque hay quien lo hace deliberadamente en prosa, renunciando a las galas poéticas, o tal vez despreciándolas; y hay grandes dramaturgos que, contentos con cautivar por la acción, no descuellan en la psicología. De Sófocles es preciso afirmar, no solamente que es grande en la técnica dramática, grande en la pintura de caracteres y grande en la poesía con que vivifica sus tragedias, sino, además, que tiene por distintivo esencial la fusión constante y armoniosa de esta triple excelencia.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Espinosa Pólit, A. (1956-1957). Sófocles, pintor de almas. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 3, pp. 157-174.