La primera observación que es dable efectuar en alumnos universitarios recién egresados de la escuela secundaria es la que se refiere a la equivocada idea que todos tienen sobre qué sea la voz activa y la voz pasiva en nuestra lengua. La saben construir ciertamente; si se les somete a una prueba, todos aciertan en poner ejemplos. Y algo más: aciertan también en repetir aquello de que la fórmula de reconocimiento consiste en comprobar si lo que era sujeto en voz activa pasa, en la pasiva, a ejercer funciones de complemento, y viceversa. Ponen énfasis en hacer resaltar estas últimas características.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Cisneros, L. (1953-1955). Voz activa y voz pasiva en español. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 2, pp. 197-198.