El gran valor de esta noción de generación proviene, en efecto, en primer lugar del hecho de respetar el múltiple complejo de lo real en lugar de colocar sobre los autores estas etiquetas que tienen el defecto de evocar ahí mismo nociones corrientes (clásica, romántica, realista) y que nos dispensan perezosamente de las definiciones matizadas que deberían seguir; preferimos decir de tal autor que pertenece a la generación de 1620, la cual produjo al mismo tiempo tal y tal gran hombre o a la de 1800 o a la de 1840 y aún precisar que creció con la primera o con la segunda generación clásica o romántica (queda por definir después lo que designamos con esto...
* Párrafo del texto extraído como resumen
Peyre, H. (1951). Valor heurístico y práctico de la noción de generación. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 1, pp. 385-398.