El lento crecimiento otoñal y las bajas temperaturas invernales determinan una escasez de forraje de las pasturas naturales y convencionales en otoño e invierno. A su vez, los efectos negativos de sequías de verano como la registrada en 2008/2009 son muy perjudiciales, acentuando aún más la falta de forraje temprano en el otoño. Los verdeos de invierno son capaces de producir forraje de buena calidad en un período corto de tiempo sin embargo muchos de ellos se siembran avanzado el otoño, ofreciendo la mayoría del forraje en primavera. En Uruguay, la avena es el verdeo que se siembra más temprano (fines de febrero) y no existe información documentada sobre el comportamiento en siembras tempranas de otras especies anuales disponibles.
Zarza, R. et al. (2010). Producción de materia seca acumulada para distintas especies gramíneas anuales invernales en siembras tempranas de febrero.Agrociencia, 14(3), pp. 138.