Los sistemas semi-intensivos de carne y leche en Uruguay han mostrado una intensificación en los últimos años. De acuerdo con datos provistos por Conaprole, en un tambo con ingreso de capital promedio, la pastura representa aproximadamente un 45% de la dieta. Los establecimientos con mayor ingreso de capital, se caracterizan por mayores consumos totales de alimentos, utilizando una mayor proporción de concentrados. El desafío hoy parece ser la integración adecuada de la pastura en un sistema de alimentación que necesariamente va a incluir otros alimentos. El uso de las pasturas podrá seguir representando una ventaja económica, siempre que la utilización de la misma sea la correcta, habida cuenta del precio de la tierra y de los insumos. Otro aspecto a resaltar de las pasturas es su contribución positiva con el medio ambiente, con el bienestar animal y con algunos aspectos distintivos que hacen a la calidad del producto final y a sus propiedades nutracéuticas (Chaudry, 2008). Esta breve revisión tiene por objetivo aportar a la discusión de este tema, tomando como base datos experimentales nacionales recientes.
Reppetto, J. L. & Cajarville, C. (2010). ¿Cómo integramos las pasturas templadas a los nuevos sistemas intensivos de producción de leche y carne. Agrociencia, 14(3), pp. 51-53.