Existe una marcada preferencia por trabajar con series fiscales como, por ejemplo, la alcabala, el almojarifazgo, el quinto real, las cuentas del Tesoro Real, los diezmos de la Iglesia, los estancos, las guías de los comerciantes, los registros de hospitales y otras instituciones públicas, las cuentas de pósitos y alhóndigas, etcétera. Con base en este tipo de documentos se han reconstruido series de producción del oro, de la plata y de los productos agrícolas, gracias a lo cual se descubrieron las tendencias seculares y los ciclos de la producción.
La experiencia ecuatoriana respecto a este tipo de fuentes ha sido más frustrante que alentadora, pues hay limitaciones graves que impiden la elaboración de series cuantitativas. El problema neurálgico tiene que ver con la falta de continuidad de los datos en el largo plazo, por lo que cualquier intento de sistematización resulta infructuoso, lo que ha desanimado a muchos investigadores. Es frente a este panorama poco atractivo que quisiéramos poner en consideración, y como una alternativa, la fuente de los protocolos notariales para el estudio de los precios quiteños durante los siglos XVI Y XVII.
Estupiñán Viteri, T. (1996). Los protocolos notariales en el estudio de los precios de la real audiencia de Quito, siglos XVI-XVII. América Latina en la Historia Económica, 3 (5), pp. 31-38.