En la primavera del año 65 después de Cristo moría, por orden del emperador Nerón, el filósofo Lucius Annaeus Seneca, antes protegido de la madre del emperador, educador del príncipe y consejero del césar. Sobre su muerte no nos ha llegado ninguna documentación, ni el informe de su médico, ni el relato del acontecimiento de alguno de los amigos presentes, ni un protocolo del centurión al que se había confiado la vigilancia de la ejecución. La muerte de Séneca es trasmitida sólo como una pieza de historiografía romana, redactada unos cincuenta años después por Cornelius Tacitus en el libro 15 de sus Annales.
Cancik-Lindemaier, H. (1997). La muerte de Lucius Annaeus Seneca. Auster, nro. 2, pp. 111-120.