En la Argentina, lugar de residencia de casi 2 millones de italianos en los años 206, el movimiento antifascista nativo recién adquirirá envergadura como movimiento de opinión, a mediados de los años 30. Cuando lo haga, no lo hará a partir de la resistencia antifascista de los italianos en Argentina, que en gran medida permanecía sectarizada7, sino bajo coordenadas que intentarán coligar los ideales universales antifascistas con la oposición a los regímenes locales.
Bisso, A. (2001). El antifascismo argentino: imagen de redención \"democrática\" de la sociedad civil en la Argentina fraudulenta y militar de los años 30 y 40. Trabajos y comunicaciones, nro. 26-27, pp. 211-232.