En lo que sigue trataré de contribuir a la solución de dos viejos problemas: el primero es la cuestión acerca de qué constituye el problema específico de una ética política. El segundo problema, que resulta directamente del primero, es la cuestión de si es concebible una solución racional del problema de la ética política, o para expresarlo con otras palabras, si hay una ética que sea al mismo tiempo filosóficamente satisfactoria y sugerible a un político. En la parte central de mi trabajo me ocuparé de mis dos problemas en términos de una teoría de tipos de racionalidad de acción, es decir, racionalidad técnica, racionalidad estratégica y racionalidad consensual comunicativa. Pero no precederé sistemáticamente, sino más bien trataré de enfocar el problema históricamente, por medio de un esquema reconstructivo de la situación moderna respecto de la ética y de los tres tipos mencionados de racionalidad. Comenzaré por introducir dos famosos comentarios sobre ética política. En mi opinión, ninguno de ellos es satisfactorio filosóficamente, pero sin embargo ambos son muy apropiados para ilustrar los problemas que termo que tratar. Me refiero a las posiciones de San Agustín o, respectivamente, Martín Lutero por una parte, y Nicolás Maquiavelo por otra.
Otto Apel, K. (1985). Ética normativa y racionalidad estratégica: el problema filosófico de una ética política. Revista de filosofía y teoría política, nro. 25, pp. 1-30.