Las ciencias sociales han sido criticadas desde diversos ángulos: por la dificultad de la confrontación empírica, la carencia de leyes, la dificultad -si no imposibilidad de explicar y de predecir. Se ha planteado la irrefutabilidad de muchas teorías sociales o humanas-en un sentido popperiano-, el carácter no maduro de estas ciencias lo que impide que puedan constituirse paradigmas en sentido estricto, por lo que cabría hablar solamente de escuelas rivales (no se podría detectar la vigencia de un paradigma dominante) y, si se recogen estos aspectos negativos, hasta podría llegar a dudarse de que puedan encontrarse en las ciencias sociales o humanas programas de investigación. Sin embargo, hay requisitos del trabajo científico (que, en sentido amplio, podrían corresponder a cualquier tradición, o ideología científica) del que las ciencias sociales o humanas no están excluidas.
Schuster, F. (1986). Paradigmas y programas de investigación en Ciencias Sociales. Revista de filosofía y teoría política, nro. 26-27, pp. 185-187.